jueves, 12 de marzo de 2009

Tenéis que leer ....

Esta es la forma habitual con la que los educadores instan a leer a los alumnos, si a esto le unimos "el examen del libro será ..." o "el trabajo sobre el libro se entragará ..." concebimos que esta lectura se hace de manera obligada. La pregunta es: ¿es necesario obligar a leer?



A shin shan tampoco le gusta que le ordenen

Entendemos que animar a leer es la ejecución de un conjunto de acciones sucesivas y sistemáticas encaminadas a despertar o favorecer el interés por los materiales de la lectura y su utilización cotidiana, no sólo como instrumentos informativos o educacionales, sino como fuentes de entretenimiento y diversión.

¿Diversión u obligación? Después de una larga reflexión ciertos autores han llegado a la conclusión de que no es conveniente imponerse para obligar a los alumnos a leer, puesto que el verbo leer no se debe conjugar en imperativo. Además es esencial partir de la elección de textos motivadores, adaptados a los intereses y nivel del niño. Por ello aprovecho para exponer las siguientes pautas de animación a la lectura:

  • Animaciones antes de leer.
    Son las verdaderas animaciones puesto que se realizan de manera previa a la lectura del libro. Es conveniente empezar por este tipo de animaciones que invita a los niños a la lectura.
    Podemos distinguir dos tipos: animaciones a la lectura en general (carteles de publicidad de libros, préstamos de libros, visita a la biblioteca, creación de una pequeña biblioteca para el aula, etc.) y animaciones a un libro, lectura de un fragmento).

    Cartel publicitario Feria de teatro para niños y niñas
  • Animaciones de profundización en la lectura después de leer un libro concreto.
    Pueden parecernos contradictorias puesto que animan a leer leyendo un libro, pero resultan muy útiles al mostrar de forma lúdica los distintos aspectos de un libro (personajes, situaciones, lugares, tiempo). Cuando estas animaciones se inician en los primeros niveles de Primaria, incluso en la Educación Infantil van acercando al niño al mundo de los libros y le revelan el libro como fuente de información y de diversión.
Niños leyendo en clase

  • Actividades en torno al libro.
    Se pueden señalar como más corrientes: dibujos, dramatizaciones, encuentros con el autor, exposiciones... Resultan motivadoras por lo que tienen de novedad y porque en muchas ocasiones suponen una ruptura con las rutinas de clase. Un ejemplo sería alentar a la juventud a leer haciendo pequeñas recreaciones de lo que se lee, que aprendan a utilizar la imaginación para en un principio ver a los personajes haciendo lo que dicta la lectura y poco a poco que vaya tomando forma el fondo en el que se crea la historia. La manera de desarrollar tales características está en el hábito cotidiano de la lectura.

Don Quijote de la Mancha y su inseparable Sancho Panza

  • Actividades de lenguaje trabajadas con un libro concreto.
    La comprensión lectora nos permite explotar otras destrezas y trabajar el lenguaje. Aunque sean menos eficaces porque se identifican totalmente con el trabajo de clase, no podemos tampoco prescindir del todo de ellas, puesto que en ocasiones pueden ser motivo de acercamiento a los libros, sobre todo si el profesor sabe preparar las actividades de forma que resulten agradables y permitan al niño enfrentarse al libro poco a poco, de forma guiada de manera que pueda irse apropiando del libro.

Fomento de la lectura libre

  • Actividades de creación personal.
    Son la consecuencia lógica de la lectura de libros. El buen lector termina deseando escribir, plasmar su experiencia lectora y lo que esta lectura sugiere. Es tarea del profesor conducir esta necesidad creativa y perfeccionarla en aquellos aspectos en los que el niño va a encontrar más dificultades o que se va a descuidar, por ejemplo la ortografía, con mucho cuidado, para que nuestra ayuda no ahogue la creatividad del niño y sus ganas de escribir. El profesor debe facilitar la actividad del niño sin desanimarle. Podemos crear un taller de creación literaria. Podemos empezar con poemas pintados, greguerías, caligramas y luego continuar con la creación de cuentos.


Niño creando

Ninguna de estas clases de animación se suelen dar en estado puro, de alguna manera unas participan de otras y deberemos intentar sacar el mejor partido de todas ellas.

Una página que ayuda mucho a la hora de animar a leer es la siguiente:

http://www.animalec.com/

Os aconsejo que si estáis verdaderamente interesados en cómo orientar a un niño al hábito de la lectura entréis en el enlace que aparece a continuación. En él podréis estudiar más a fondo un buen ejemplo de Proyecto de Lectura para Centros Escolares.

http://www.plec.es/documentos.php?id_seccion=4&d_documento=9&nivel=Primaria

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